La comunidad indígena de Cherán, arraigada a sus usos y costumbres camina con fuerza y coraje en la construcción de escenarios distintos para su convivencia. Enclavada en el corazón de la región purépecha, desde mucho tiempo atrás se ha caracterizado por su lucha, por las ganas que hombres y mujeres; niños, jóvenes y adultos tienen para transformar a este pueblo. Ejemplo de ello, lo son el Gral. Casimiro Leco López y Federico Hernández Tapia, personajes que con heroísmo y valentía supieron defender las riquezas naturales de nuestro pueblo sobre la agresión de caciques y dueños del poder y cuyos ideales, hoy siguen más vigentes. Cherán no se doblega, no cierra sus ojos ante el tirano, y los hechos históricos que ha vivido lo confirman, a lo largo de cada uno de estos movimientos, se ha forjado un espíritu de lucha auténtico y que dibuja horizontes hacia la consolidación de una comunidad diferente.
No obstante del progreso y los grandes cambios en la vida económica, política, social y cultural, los sucesos que iniciaron el 4 de abril, en consecuencia de una administración debilitada, desde su inicio de gestión, abren un panorama agudo y difícil. La incompetencia de las autoridades del estado por resolver con agilidad la problemática suscitada, llevo a que día a día las cosas se fueran tornando más complejas y cuyas dimensiones así los fueron reflejando, primero, con la muerte del Sr. Jorge Romero Mateo y del joven estudiante Mariano Ramos Tapia, asesinatos aun sin resolver y que evidencian la irresponsabilidad del señor Roberto Bautista y del Sr. Efraín Chávez Martínez.
Por otro lado, con certeza se confirma la carencia de un sistema de gobierno inteligente, por el contrario, se conoce públicamente que los salarios se establecieron fuera de cualquier norma de austeridad “exagerados y hechos a su antojo” (éstos se pueden consultar en el Periódico Oficial del Estado de Michoacán), una plantilla de personal ampliada a conveniencia de solamente atender compromisos de campaña, y el nepotismo entre los empleados de mayor rango en el ayuntamiento, así como la desatención a prioridades básicas, y la ausencia constante del presidente municipal y otros funcionarios, con el argumento de estar en asuntos de trabajo y gestión, versión tan incierta, cuando el Sr. Roberto se encontraba ebrio en horas de trabajo.
Toda esta serie de acontecimientos, al final, vulneraron el conflicto hasta el hecho más cobarde ocurrido, el secuestro y asesinato del Profr. Leopoldo Juárez Urbina, líder principal de este movimiento de oposición.
Sin embargo, los hechos ocurridos no bastaron para que el Sr. Bautista Chapina declarara una y otra vez su inculpabilidad, ante los medios, -manejados a antojo del propio gobierno municipal y del estado- siempre dijo ser atento a los problemas del pueblo, a dialogar e irónicamente también responder a los acontecimientos con toda la calma, que vergüenza.
Con el acaecimiento del Profr. Leopoldo no se cierra el capítulo de este conflicto, a pesar de la negativa del gobierno de resolver por la vía pacifica este problema, el movimiento se fortalece y, no se trata de entregar al ayuntamiento y ¡listo!, el asunto de la muerte del Profr. Juárez Urbina tiene claros vínculos con su presencia en el movimiento, aunque el gobierno quiera ignorarlo.
A pesar de todo, las posibilidades de solución pueden vislumbrarse próximas en tanto el gobierno reconozca la gravedad de los acontecimientos y atienda a la prontitud necesaria, no con más espionaje, ni con agresiones policiales violentas e intimidantes, mucho menos con amenazas, sino con un dialogo saludable, pero que se de éste, fuera de cualquier posibilidad del retorno la administración municipal corrupta y asesina.
Si este dialogo no llega… ¡La lucha aún está en pie!
No obstante del progreso y los grandes cambios en la vida económica, política, social y cultural, los sucesos que iniciaron el 4 de abril, en consecuencia de una administración debilitada, desde su inicio de gestión, abren un panorama agudo y difícil. La incompetencia de las autoridades del estado por resolver con agilidad la problemática suscitada, llevo a que día a día las cosas se fueran tornando más complejas y cuyas dimensiones así los fueron reflejando, primero, con la muerte del Sr. Jorge Romero Mateo y del joven estudiante Mariano Ramos Tapia, asesinatos aun sin resolver y que evidencian la irresponsabilidad del señor Roberto Bautista y del Sr. Efraín Chávez Martínez.
Por otro lado, con certeza se confirma la carencia de un sistema de gobierno inteligente, por el contrario, se conoce públicamente que los salarios se establecieron fuera de cualquier norma de austeridad “exagerados y hechos a su antojo” (éstos se pueden consultar en el Periódico Oficial del Estado de Michoacán), una plantilla de personal ampliada a conveniencia de solamente atender compromisos de campaña, y el nepotismo entre los empleados de mayor rango en el ayuntamiento, así como la desatención a prioridades básicas, y la ausencia constante del presidente municipal y otros funcionarios, con el argumento de estar en asuntos de trabajo y gestión, versión tan incierta, cuando el Sr. Roberto se encontraba ebrio en horas de trabajo.
Toda esta serie de acontecimientos, al final, vulneraron el conflicto hasta el hecho más cobarde ocurrido, el secuestro y asesinato del Profr. Leopoldo Juárez Urbina, líder principal de este movimiento de oposición.
Sin embargo, los hechos ocurridos no bastaron para que el Sr. Bautista Chapina declarara una y otra vez su inculpabilidad, ante los medios, -manejados a antojo del propio gobierno municipal y del estado- siempre dijo ser atento a los problemas del pueblo, a dialogar e irónicamente también responder a los acontecimientos con toda la calma, que vergüenza.
Con el acaecimiento del Profr. Leopoldo no se cierra el capítulo de este conflicto, a pesar de la negativa del gobierno de resolver por la vía pacifica este problema, el movimiento se fortalece y, no se trata de entregar al ayuntamiento y ¡listo!, el asunto de la muerte del Profr. Juárez Urbina tiene claros vínculos con su presencia en el movimiento, aunque el gobierno quiera ignorarlo.
A pesar de todo, las posibilidades de solución pueden vislumbrarse próximas en tanto el gobierno reconozca la gravedad de los acontecimientos y atienda a la prontitud necesaria, no con más espionaje, ni con agresiones policiales violentas e intimidantes, mucho menos con amenazas, sino con un dialogo saludable, pero que se de éste, fuera de cualquier posibilidad del retorno la administración municipal corrupta y asesina.
Si este dialogo no llega… ¡La lucha aún está en pie!